sábado, 1 de septiembre de 2007

Aturdido y confundido

Sucede que llevamos veinte años acá. Aún estamos de pié, pero no sabemos cuanto tiempo nos queda. Como todo en esta vida, nada es seguro y, como nada es seguro, le tenemos miedo a lo incierto. Llevo una vida de proyectos e ideas, muchos de ellos han fracasados por uno u otro motivo, ya sea por mis recurrentes errores o por las circunstancias de la vida.

Sucede que me canso de seguir. Sucede que no quiero seguir. No quiero seguir así, al menos. Con una vida que consume mi vida, que trata de aplastarme cada vez y de hundirme otro poco, cuando puede.

Sucede que entiendo que estoy incompleto.
Entiendo que, simplemente, yo solo no puedo.




¿Cómo se explican los temblores del cuerpo?
¿Cómo se aplica los modelos del cariño?
¿Cómo se diferencia el querer y el amar?
¿Cómo se entiende el amor?
¿Cómo se siente el amor?
¿Cómo se muere de amor?
¿Cómo se dice “te amo”?
¿Cómo se vive de amor?
¿Cómo se lee el amor?
¿Amor?

¿Qué es el amor?

El amor es, según la Real Academia, un “sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear”. Hace mucho tiempo que no encontraba un significado en un diccionario que llenara tanto mis expectativas.

El amor es un cliché, un mal necesario, un dolor del alma, cuando empieza, cuando surge. Pero a la hora de salir a flote y de hallar respuesta, es el sentimiento bello por definición. Es la belleza en sí misma. Es un arma de doble filo. Es, más que eso, un cuchillo de hoja bien afilada que tiene, también, filo en el mango.

3 comentarios:

María José Fuentes dijo...

Ton, sabis que yo pienso una cuestión que me sirve como herramienta.

Mientras más aturdida estoy, más lucidez tengo de las cosas, porque precisamente lo veo todo. El resto, o lo que sigue, son decisiones, pérdidas. No hay un único relato de nada y lo peligroso es inventárselos para seguir de pie. Prefiero estar desorbitada a estar en una órbita incorrecta y ser más ciega que ayer.

Y qué es lo correcto si viviendo nos morimos, pues nada, tratar de hacer lo que nos hace felices. Aunque perdamos todos los litros de sangre en ello.

Ante la soledad, prefiero pensar que siempre estoy sola aunque esté con alguien. Porque explicarnos y vernos es imposible. Pero cuando eso pasa es que el amor llega, porque el amor es un milagro, una revelación del otro en uno mismo. Y eso no se dice más que realizándolo. Y, lamentablemente, no se provoca.

Cuando hay verdad no hay filo.

Cariños,
MJ

María Constanza dijo...

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío


walking around- neruda

la definición de amo queda chica
amor no tiene definición, es abstracto, tonto lindo, odioso, perturbador, increíble, bello, bipolar, inestable (en mi caso)todosl os vemos de manera distitna y al ser asi no puede haber una definición concreta
saludos desde el ciber espacio

Jesusísima dijo...

decir que estoy impactada, es poco.
Estaba pensando algo parecido a lo de tu entrada hace... cuatro minutos?
Y eso de "¿Cómo se dice te amo?"... uuuf...
Hace ¿cinco minutos? me di cuenta de que le he dicho "te amo" a una sola persona... muy pocas veces... hubo un par más en que le dije "yo también", pero te aseguro que no es lo mismo. Y consideremos que la mayoría de las veces sólo me quedé mirándolo (silencios terribles), o abrazándolo, con mis ojos cómodamente lejos de los suyos.
Y cuando lo dije ("te amo" y "yo también"), fue despacito, casi sin querer, con un poco de titubeo...


Pero no porque no lo amara.




Y ahora que te escribo esto, me doy cuenta que hubo una vez, casi dos, que por poco se me sale un te amo. Ya no estamos hablando del mismo. Y yo me lo guardé, sabía que no lo amaba, pero dentro de mi cabeza resonaba un teamo sin parar, necesitaba decírselo, en serio quería hacerlo. Pero NO-LO-A-MA-BAAAA.
Y al otro sí. Y ese teamo no pudo resonar.



Weón, no cacho nah.