viernes, 14 de septiembre de 2007

Igual que el cielo

Estaba pensando (sano ejercicio, gracias) que no todo lo que pienso debería pensarse.
Es que pienso lo que no se piensa, lo feo, lo malo, lo cierto.
Pienso luego existo (pésima traducción, ya que ergo denota simultaneidad, perdón)
Pienso, existo (ahí si), pero qué pienso define cómo existo.



Ayer caminaba y pensaba en cosas obvias. En cosas en las que uno no piensa. Pensaba en el ruido de los pasos. En las caras de la gente. En la gente (qué fea es la gente).
En los minutos, las puertas, los abrazos, el roce, los zapatos, la comida, las casas, el cielo.

¡Qué imágen más bella!
El cielo y tu.


(A veces pienso que el arguile de dios* ha de ser tremendo, para sacar tanta nube)


*AH?!

A veces pienso en quién me pidió que le mostrara como hacía ese truco,
ése que le hacía gritar,
ese que le hacía reir,
mientras se abrazaba de mi cuello...
A veces pienso en quién me ofreció, a cambio de mostrarle aquel truco,
escapar conmigo, lejos...

Girando en aquel borde vertiginoso,
besé su rostro y su cabeza, 
(el olor de su pelo casi me mata)
....


Pensé en ella... suave y única
Pensé en ella... perdida y sola
Pensé en ella... extraña como un ángel

Pensé en ella... como un sueño
Pensé en ella... igual que el cielo




Pensé demasiado en ella.
Tanto, que la olvidé.

3 comentarios:

María José Fuentes dijo...

Oh dios.
Entré en pánico. Eso es cierto. Pensar demasiado y olvidar.
No quiero olvidar, Ton, pero a lo mejor eso quiero al pensar demasiado. Prefiero ser una melancólica de mierda y quiero que el también lo sea. Que se enferme de recurrencia. Y es una maldad tan buena ésta.

Uf, sí, la gente; también te pasa. A veces me dan ganas de asesinar a la humanidad y hacerle, así, un bien a la humanidad.

¿¡Por qué es tan difícil escapar lejos solo!?

Felipe Zerené dijo...

Yo creo que todo es difícil, no sólo escapar lejos solo.

Yo no escaparía solo si pudiese no hacerlo, digo.


La melancolía.... uf... cuantos han hablado de ella...

Jesusísima dijo...

Olvidar sería un error, un golpe a mi orgullo, un "Me equivoqué" inconmensurable, inaguantable.
No olvidar sería un error, un golpe a mi orgullo, un "Sigo pensando en tí a pesar de todo".

Carajo.