lunes, 16 de marzo de 2009

Yo ya no leo, pienso.

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La magia secreta de un libro ajeno -un libro escrito por alguien que no somos nosotros y que, incluso, es un libro que ni siquiera nos pertenece- reside en que enseguida se vuelve nuestro y propio y nos obliga a pensar en que uno, como ciertos animales peligrosos que sin embargo se domestican fácilmente (no a partir de la fuerza, eso que nos une a todos y nos iguala, sino de la inteligencia, aquello que nos separa en tribus irreconciliables y que nos hace temblar de felicidad ante el encuentro con un par), tiene algo que ganar leyendo. La pueba de esto es que las infancias con libros se recuerdan siempre como más felices que las infancias sin libros: uno puede haber tenido una niñez terrible, pero si leyó a la luz de grandes libros durante su oscuridad, a la hora de hacer memoria, se puede optar por el consuelo de recordar la alegría de las ficciones y no las tristezas de una realidad mal escrita.

Fresán/Mantra

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martes, 10 de marzo de 2009

¿Tiene sentido sentir?

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Estos últimos días de los últimos tiempos he estado sumergido en procesos físicos y psicológicos "definitivamente mantriformes" que me han llevado a sospechar que la vida es un diálogo permanente entre el cuerpo y uno mismo.
No sé si puedo tener el descaro de hablar de la vida como una película que se extiende a lo largo de ella misma, prefiero hablar de un diálogo constante, permanente, infinito.
Uno toma decisiones y el cuerpo arremete con sus réplicas que muchas veces no tomamos en cuenta.
Dolores, heridas, molestias, alzas de temperatura, sangre, bajas de temperatura, presión arterial. Cuánta cosa.
Yo converso a diario con mi cuerpo y me responde con dolores insoportables. Creo que no le gusta lo que le estoy contando.
Por más que le explico mis razones, no se decide a parar.


Ayer vi una luz nueva en el cielo. No brillaba mucho, pero es primera vez que aparece por acá.
Bueno, la verdad es que había escuchado hablar de ella, pero nunca la había visto con mis propios ojos.
Cuando la vi, sentí un placer inmenso, como el que se siente al conseguir lo que soñaste por años.
Pero a la vez sentí un dolor intenso, como el que se siente al no poder realmente palpar aquella victoria.



Sentir.
La cualidad del ser humano de "sentir" es un arma de doble filo. Un cuchillo que te acaricia con su hoja inofensivo, pero que en la misma pasada, te deja un corte que parece ser extenso, pero superficial. Y sin darte cuenta, no puedes siquiera dimensionar su profundidad.Probablemente te atravezó y no te darás cuenta hasta que los torrentes de sangre que expulsa tu cuerpo sean suficientemente grandes como para morir en el lugar.

El hecho de sentir, crea dependencia. Es una droga. Es dañina. Te obliga a seguir sintiendo y a la hora que ya no puedes sentir más, mueres. Mueres de carencia de todo, porque el sentir pasa a ser todo en tu mundo. Sientes que te falta todo, sientes que estás incompleto, sientes que no tiene sentido. ¿Me explico?:
Sientes que no tiene sentido.
Lo peor de todo es que no sabes si tiene sentido sentir.

Si tan solo pensaramos en modo-cyberpunk.
Deberíamos tener cuerpos custom. Que nuestras piezas se vendieran por separado. Que pudieramos cambiar las piezas que fallen. Que pudieramos intercambiar nuestras piezas. Así, en un mundo resuelto de enfermedades y de problemas, dejaríamos de sentir, dejaríamos de morir, dejaríamos de pensar. Porque el pensar hace daño, entonces deberíamos reemplazar la pieza que produce el pensamiento y la avanzada tecnología permitiría que el pensamiento sea funcional, concreto, directo, útil.
Computarizado.
Seríamos androides.
Perfectos. Correctos. Exactos. Solos. Aislados.



Si fuera tan simple de entender que esa luz que ví ayer en mi cielo corresponde a la luz que estaba esperando, podrían ser las cosas muy diferentes a como son actualmente.
Podría comenzar a pensar.
Podría comenzar a vivir.
Y como consecuencia, comenzar a morir.
Esa luz me hace, de todos modos, entender. Me hace dimensionar la carencia de luz que me falta. Brilla tan tenue a lo lejos y me hace sentir tan iluminado al mismo tiempo.

Creo que esa luz eres tu.
Creo que esa luz eres tu.
Y yo estoy tan opaco.


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