martes, 9 de octubre de 2007

Soy emo ¿Y qué?

Copio y pego la volá que escribí en el fotolog de una distinguida señorita de letras.

Asi de simple.


No sé. Yo creo que la vida en general tiende a ser de colores a primera vista y a ratos. En este momento creo que yo no tengo una nube negra sobre mi, sino un temporal completo: nubes negras, tormenta eléctrica, rayos, centellas, relampagos y lluvia y todo lo que una tormenta conlleva.
Cada vez me veo más depre, más emo, más todo.
Estoy chato del mundo, de sus alrededores y de todo lo que se relacione con el mundo. De hecho, acabo de colapsar brigidamente. Me acabo de moner los audífonos, y música muy fuerte, asi MUY.
Colapsé.

Sucede que el mundo es bastante ingrato. El mundo está en contra mía, creo yo.
De las mujeres ni hablar. Me jugaron una pésima pasada hoy. Y no sólo hoy.
Terrible.

Creo que hoy puedo decir que sí, estoy deprimido así 4 real. Estoy escuchando Cure, Mew, Placebo, hueas por el estilo. De ese tipo de música para deprimirse más. Es como el tipo de música que al estar deprimido te dan ganas de escuchar aunque sabes que te va a deprimir más, pero importa un carajo a estas alturas del partido, en el que voy perdiendo por goleada y no tengo delanteros goleadores. De hecho no tengo delanteros. De hecho, me quedé sin jugadores.
Era el arquero de mi equipo y resulta que, poco a poco, no me dí cuenta y el resto de los jugadores de mi equipo desaparecieron.
Son once jugadores contra mi y ya voy perdiendo de manera vergonzosa y, lo peor de todo, es que queda demasiado partido por delante.


Chao nomás.

domingo, 7 de octubre de 2007

Reflexiones varias y una que otra frikidad

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19:23



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19:35



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19:44 y aún sigo callado mirando este recuadro blanco.

Hoy sentí como ciertas cosas me asechan en la vida.
El dolor de espalda, el dolor de cabeza, la potencial ceguera, la caída del pelo, el cansancio, la chatez (o chatidad, como prefiera) del mundo, la chatez (o chateamiento, como guste) de la vida, los huesos, el dolor en el cuello, el nudo en la garganta, la ceguera del corazón telescópico, entre tantas otras cosas.

Hace unos días, el viernes, fui con mi parner a Providencia a hueviar. Y en un momento nos quedamos parados en Lyon con Provi, afuera del Paseo Las Palmas mirando a la gente pasar. Y realizamos varios experimentos observativos. Pero, lejos el más interesante fue el intentar buscar a alguien "normal". Emos, góticos, o simplemente frikis varios. Nos costó demasiado. Finalmente, como a los 5 minutos de obsrvación decidimos que un viejo y una niña, que pasaron cada uno por su lado, podrían representar lo que nosotros pensamos que sería alguien "normal". De ahí surgió la interrogante: ¿Seremos normales nosotros?... Fuerte.

Cabe destacar, también, la cantidad de cosas frikis que se ven en dicha esquina... Los viejos que tocan jazz-tap-etc que ya son un clásico, el flaco de la gaita, los pokémones correspondientes, etcétera. Ahora lo interesante es parar a prestarle atencion a todo eso al mismo tiempo. Escuchar la gaita y la trompeta y el saxo y los zapatos del viejo del tap y el murmullo incesante de la gente y los autos y todo. Eso es lo que construye, mediante tantos personajes, la gran NADA que existe en esos contextos.




Otra cosa freak del día fue que busqué en Google Images el término "Postmoderno" y salió, entre otras fotos... una foto de DAVID BECKHAM!!!

Ahí uno se pregunta por el futuro del mundo. Aunque, como bien dijo mi Primín Peipiips: "Los postmodernos son unos ignorantes y unos irrespetuosos" (Sosteniendo con una mano el cigarro de maneria siútica y moviendo la otra mano al más puro estilo de una vieja cuica).



Volviendo al tema, si es que alguna vez hubo uno, la vida es irónica y te juega malas pasadas, ataca por la espalda, mala cosa.

Y el dolor de cabeza que me produce hace que a mas de tres horas de abierta esta ventana, termine abruptamente mi autodiscurso.

Iré a mirar por mi corazón-telescopio a ver si logro enfocar la estrella que aún no me doy cuenta cuan cerca está.

Un abrazo (un beso sólo para quienes lo merecen, creanme que son pocas personitas)


Felipe.




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jueves, 4 de octubre de 2007

A rodar, vida mía

Es como cuando se está solo en un pasillo. Muchas puertas. Todas aparentemente iguales.


Veo el cerro hacia abajo y la curva precisa desde la cima hasta el supuesto valle. Y las ganas de tirarme rodando me asechan. Me encantaría rodar y rodar hasta llegar a las faldas del cerro y quedar tendido en el pasto, abajo, bocabajo o de espalda, da igual. En el pasto medio seco, silencioso, solitario.
Pero las piedras, los matorrales, las ramas espinozas, el barro. Aumentan las ganas de rodas y rodar.

Rodar por entre las flores secas. (Steve: pum, pum, pupupum, pupumpuu... etcétera)






Ayer leí el mismo libro otra vez.
Si. El mismo.
Si. Ya lo había leído muchas veces.
Si. Lo he leído tantas veces que ya siento que yo lo hubiese escrito.
De hecho, lo he leído tantas veces que creo que nadie más lo ha leído.
Lo he leído tantas veces que creo que si se hiciera una estadística, un noventa porciento de las lecturas al libro las he hecho yo.
¡Qué terrible!
¿Terrible?
Si.

Lo leí de nuevo.
Me gustó lo mismo y me desagradó lo mismo.

A veces debería preguntarme qué sería de ese libro sin mí.
Quizás nadie lo hubiese leído.


Quiero salir, sí, yo quiero vivir
y quiero dejar una suerte de señal
si un corazón triste pudo ver la luz
si hice mas liviano el peso de tu cruz
nada mas me importa en esta vida aún.
Chau, hasta mañana.




Y como dijo una gran mujer (a la que quiero mucho):
Me encanta la expresión "al carajo".



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