sábado, 27 de junio de 2009

Dos putos millones de minutos

Todo esto, todo todo, es la locura, el pensar y caer sobre lo mismo cada vez y caer de nuevo. Tropezar dos veces con la misma piedra no es tan terrible. Me empiezo a preocupar cuando choco de frente contra el mismo roquerío, enorme, enorme, que a simple vista es imposible no verlo y choqué de frente y no es primera vez.
¿Acaso no entiendes? Tropiezas, vuelves a tropezar. Caes, caes y vuelves a caer. Siempre en el mismo hoyo.
Es temprano, crees, te levantas y buscas algo que comer. Te duele la cabeza, crees. Te duele todo, crees. Comes la misma galleta redonda de siempre. La misma galleta, la misma. Tiene el mismo sabor, la misma forma, la misma galleta redonda de siempre. Piensas en que ha pasado otro largo (corto) año y te vuelves a dar cuenta por la misma razón. Te das cuenta que el yoghurt que abriste luego de comer la galleta tiene como fecha de vencimiento, la fecha de tu cumpleaños, para el cual no sabes cuanto falta, pero sabes que está cerca porque está impreso en la tapa del yoghurt. No sabes, crees, si es bueno o es malo. No sabes, en realidad si es en lo absoluto. Sientes que vas a explotar, crees. Te duele la cabeza, el cuerpo, todo, crees. Y sigues mirando la tapa del yoghurt que te indica que falta poco, aunque no sepas cuanto falta. Te duele la cabeza y miras la galleta que aun no puedes comer entera. La miras, la sabes, la crees galleta, la crees redonda, la crees la misma, la crees. Tienes la galleta y no tienes idea de lo que significa, la tienes, la crees, la misma. Lleva casi cuatro años en tu mano, cuatro años. Cuatro años en tu mano. La misma galleta. Te duele, te hace doler. Es ese sabor agrio. La galleta ácida que estás seguro, crees, de encontrarla dulce. Es agria. Lo sabes. Lo quieres creer. Pero no puedes. Porque no crees. Estás seguro de su dulzura, aunque parezca ironía. Es dulce, es una galleta. Tiene que serlo.
La galleta no está en tu mano. Tú estás en la mano de la galleta. Llevas cuatro años en la mano de la galleta y ella te mira y te cree agrio. Y es que eres agrio. Te cree dulce, para que te creas dulce. Eres agrio como la galleta agria. Ella es agria aunque la creas dulce y tu eres agrio aunque no creas que eres dulce, porque no eres dulce. Y así, en esta discusión llevas cuatro años. Cuatro años. Mil cuatrocientos cincuenta y siete días. Treinta y cuatro mil novecientas sesenta y ocho horas. Dos millones noventa y ocho mil ochenta minutos. Así sucesivamente. Dos putos millones de putos minutos lleva esa galleta en tu mano y tu en su mano y ella en tu mano y tu en su mano y ella en tu mano y tu en su mano y ella en su mano y tu en su mano y ella en tu mano y tu en su mano y ella en tu mano y tu en su mano, pensándose. Pensándose agrios, pensándose dulces y pensándose dulces y pensándose agrios. Dos putos millones de putos minutos putos.
Dos putos millones de putos minutos putos, volviendo a caer constantemente en la misma fosa. Tropezando con la misma roca. Chocando con la misma tremenda pirámide atemporal que está en la mitad de tu camino. Una puta pirámide azteca que no tiene nada que hacer en la mitad de Santiago, que se interpone en mi camino y con la que choco de frente y me caigo y me rompo algo y me paro y vuelvo a chocar con una de sus paredes.
Y aún lo la ves. Estás chocando constantemente contra la pirámide que está en la mitad de tu camino, sobre la mano de la galleta que está en tu mano. Que está en su mano, que está en tu mano, que está en su mano. Que está en tu mano. Que seguirá ahí: la misma galleta irónicamente dulce y al mismo tiempo, la misma galleta irónicamente agria.

6 comentarios:

Srta_Videl dijo...

Men, la galleta y todo el rollo es pura ilusión. Despierta! y que la razón domine al corazón.. deja de sobrevivir, cambia el rumbo y empieza a vivir oh.
No podí seguir pagándole a la puta vida, cara, sucia y traidora.

Andáaa..!
que nada nunca es tan difícil, visteh!


[No suelo escribirte acá, demah que es pura poesía, pero.. baaah!]

=)

Shadow.- dijo...

-El ratón me cagó-

Oye wn qué galleta wn!
Quería ser más directo y académico pero el ratón me cagó.

Uta...
mejor conversamos en directv
Ahi nos vemos mostro.
Y no se ponga weón, compa!
(si wn, yo ya puedo decirte eso hace rato).

A veces me dan ganas de aforrarte, pero si con una pichanga quedai mal 3 días, imagina con un ganador en el mate...
además los amigos no son pa pelear, son pa otras cosas (nunca he sabido bien pa qué, pero creo que es para bien)

ya wn ora si
ahi te ves

S.-

Shadow.- dijo...

ajajajjaaj aweonao
las galletas se comen, no se miran.

aguante cookie monster!

S.-

Jesusísima dijo...

justo ahora me siento un poco así. Digo "un poco" porque no todos los minutos son putos, ni cagando! Hace un ratito pensaba que a pesar de muchas cosas, lo he pasado la raja a veces, hartas veces, y ya shao con la galleta. pa como soy, pensar en esas weás me destruye, prefiero cambiar el rumbo. No sé si esto es un consejo, pero por lo menos para mi creo que vale la pena pensar en los minutos no putos vividos y venideros
debo haber escrito pésimo, son las 5 am!

Lute dijo...

Si, trabajar en la ciudad empresarial te caga caleta...

¿Esto es como una reescritura de lejana, pero con el otro tu como una galleta? Si es así creo que deberías hablar del cumpleaños de la galleta, para que se entienda bien.

Tarea para la casa "Los invisibles" de Grant Morrison. Es el momento.

Veka Lanh dijo...

Creo ke nunca he comentado acá ,aunke a veces paso a leer, y sé ke es un poco tarde pa comentar esta entrada...pero la había leído antes y no la había entendido, y ahora sí.
Y me gustó :D